Criollo Caballos #9

HISTORIA
Es descendiente de los caballos introducidos por los españoles en Argentina en 1492. Cuando los conquistadores abandonaron estas tierras, los caballos se extendieron libremente por todo el territorio y algunos ejemplares fueron capturados por indios para ser utilizados como caballos para la guerra; gracias a estos ejemplares capturados por los indios patagónicos, se pudo recuperar la raza a finales del siglo XVII.

CARACTERÍSTICAS
- Cabeza de base ancha y vértice fino, con cráneo grande en relación con la cara, perfil rectilíneo, frente ancha y ligeramente plana.
- Orejas pequeñas, anchas y separadas de su base, paralelas entre sí.
- Ojos muy expresivos, que reflejan inteligencia y perspicacia.
- Cuello largo, fuerte y flexible, convexo en su línea superior y que forma un ángulo recto en su unión con la espalda.
- Espolones cerca del suelo y cañas cortas y anchas (19 cm).
- Cola de inserción baja que continúa la línea superior de la grupa, con pelaje medio y grueso.

Origen: Argentina
Altura: entre 1,44 y 1,50 m nunca menos de 1,38 m.
Manto: corto y pegado al cuerpo, con pelaje grueso y de longitud media en la cola y las crineras.
Peso: ronda los 400 kg.
Capa: se aceptan todos los pelajes, pero el más característico es el bayo-leonado; no se admiten los albinos totales o parciales, pintado y el tobiano.
Vida: muy longevo, hasta 30 años.
Aptitudes: conducción y control ganado.
Alimentación: entre 11 y 12,5 kg al día.
Arreglo: cepillados tras la jornada de trabajo y limpieza de cascos.
Coste de mantenimiento: alto.

CARÁCTER
Siempre está dispuesto a colaborar con el hombre en infinidad de tareas; destaca sobre todo en las labores de control y manejo de ganado bovino. Su temperamento es tenaz y voluntarioso, energético, activo y dócil. Tiene la particularidad de ser un caballo dotado de una gran fertilidad y es muy longevo.